Iba en el Metro como todas las mañanas, entre la estación Tlatelolco y Guerrero de la línea 3, una señora gritó: «Me robaron mi cel«.
«Ay no, me robaron mi cel», con la voz entre cortada lo dijo como 5 veces. Algunos sólo la vieron, otros sí volteamos como a identificar al sospechoso, pero es que la señora no estaba a nuestro lado como para haber visto algo.
Se fue contra un chico que al parecer estaba cerca de ella y que bajaba en Guerrero, le dijo «tú me lo sacaste, dame mi cel».
El chico dijo «yo no le saqué nada» y de inmediato abrió su mochila y no, no había nada, aunque claro, la señora no pudo constatarlo y se abrieron las puertas y bajó algo de gente.
Seguro entre los que salieron iba el ratero, pero hay que tener cuidado, ya no es necesaria un arma, basta que se te repeguen y de pronto ya no tengas nada.
Lo malo es que la mujer se resignó en segundos.
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