¿Desde cuándo a las faltas de respeto se les dice “estilos”?
Entre la proyección y la realidad, muchas personas en nuestro país y en todo el mundo viven acoso laboral o “mobbing”.
Por desconocimiento o temor, se justifica la acción de que te acosen, hostiguen o acorralen y lo llaman estrés laboral, pues en la mayoría de los casos en los que la víctima denuncia, solo se pone un antecedente o a veces ni eso.
Esta es la historia de una amiga de mi amiga que también es mamá y sufre acoso laboral…
Nerviosa me compartió.
Creí que con decirle a mi jefe sería la solución al problema. Pero la situación era confusa, pues como me explicó la psicóloga, el acosador o acosadora puede manejar dos máscaras, la de hostigarte, pero a la vez le importa cómo estás y puede mostrarse amigable.
Para mí, era impactante que un día la persona me reconocía por mi inteligencia o potencial, claro en lo privado.
Pero en otro momento, tenía acciones como bloquearme la información e incluso recibí llamadas de personas para preguntarme cuál era el motivo por el cual les pedían ya no tratar ciertos temas con ellos.
Pero desperté el día que me di cuenta que me estaban sacando de mis actividades, pero a la hora de asumir responsabilidades, era a mí a la que le pedían responder y dar la cara.
Esa es la historia de la amiga de mi amiga que también es mamá y que como a muchas mujeres en este país, aguantan por los hijos, por no perder el empleo y sustento de la familia, también por amor a su trabajo y tomarlo como un “son gajes del oficio”.
Si tu jefe hace una de estas acciones, seguro es acoso laboral
1.- Exigirte en público los resultados de algo que en realidad acordó que aún no lo hicieras porque faltaba su validación, es una forma sutil de exhibirte y responsabilizarte de lo que en realidad ella o él no hicieron.
2.-Eso de que siempre involucre a otras personas en tus temas, pero al final tú los terminas haciendo y cuando ves el personal de apoyo pues no apoya, es una expresión selectiva de sobrecargarte de trabajo.
3.- Cuando te cuestionan el porqué le hablas a alguien de otra área y que “por favor cuides las formas” o si quieres lo tendrán que hablar con tu jefe superior, en realidad son amenazas.
3.- Ignorarte con acciones como pedirle a Juan que le diga a Pedro que te pida tal cosa.
4.- Retener información crucial para su trabajo, tan claro como que no te copien en un correo.
5.- Difamarte hablando con el resto del grupo de trabajo sobre tu persona. Incluso pidiéndoles no te compartan o te informen hasta que él o ella lo validen.
6.- Esas bromitas de “si tú apareces en el evento bailando con una cartulina…”, en realidad se están burlando y ridiculizando en público.
7.-Amedrentarte diciéndote que tienen información que te señala de algo que no es verdad, pero tampoco te muestran las pruebas.
En fin, y a la lista se le pueden sumar cosas peores como robarte, intervenir tus conversaciones, críticas, gritos, entre otras.
Las consecuencias son muchas y creo que la más importante es tener en confusión a la persona entre lo que es real o no, pues siempre el acosador jugará muy bien su papel diciéndote cosas como que no eres profesional, debes trabajar en tus emociones, que el problema es tuyo, no sobrepongas los objetivos del área por cuestiones personales y muchas más.
Pero eso no es todo, si te defiendes, podrán decirte que el respeto se gana y que en el dar está el recibir, cómo si tu hubieras provocado todo.
Es en este punto, donde los psicólogos señalan se ha hecho el daño en el acosado, pues ha perdido la noción incluso de lo que es correcto o no.
Mi mal consejo, es que si estás viviendo esta situación como la amiga de mi amiga que también es mamá, busques ayuda, pues incluso, te podrán decir que no te preocupes en las formas sino en hacer tu trabajo y por necesidad o cualquier otro motivo, seguirás trabajando pese a las faltas de respeto hasta que un día frente al espejo ya no te reconocerás.
Ni víctima ni victimaria, simplemente mamá…
Primero deberás hacer catarsis y sacar ese sentimiento, pero al otro día ¡a trabajar en ti!, pues el acoso laboral como todo lo que sucede en nuestras vidas, es algo que también pasará y al final solo tendremos la lección que elijamos rescatar.
En mi próxima entrada hablaré de qué es lo que tiene que trabajar en su interior una persona que es acosada y cómo podrá dar pasos para hacer de esta mala experiencia un crecimiento personal.
Y recuerden, esta historia es la historia de una amiga de mi amiga que también es mamá, pero como en todos los casos de violencia, siempre será mejor cuidar el anonimato, aunque yo opino que se debe de denunciar.
Nos vemos la próxima semana de 2X1 en frutas y verduras, y de #MamáReportera.