Todos los Godínez nos enfrentamos alguna vez al llamado «mal del puerco», que en realidad se llama somnolencia postprandial, un estado fisiológico luego de ingerir alimentos y que se puede extender hasta por 2 horas.
¿Qué lo provoca?
La ingesta de alimentos con alta concentración de calorías. Provoca somnolencia, pesadez, la fatiga, entre otros síntomas.
Lo que se siente principalmente son ganas de dormir, esto es porque también cambia la temperatura después de comer. Un incremento de medio grado en la temperatura corporal es un inductor natural del sueño y si a eso le sumamos que muchos trabajan en oficinas, el aumento es notorio por ser lugares cerrados.
¿Cómo evitarlo?
Si tienes poco tiempo para comer se complica, sobre todo si lo haces en tu oficina y regresas inmediatamente a trabajar.
Lo mejor es caminar, tomar un poco de luz, ya que mantiene al cuerpo despierto y sobre todo activo.
Así que con unas cuantas cuadras es suficiente, puedes hacerlo en lugar de la sobremesa. Eso sí, lo mejor es no salir a caminar y comprar más comida.
Aunque el tip ideal es no comer demasiado, sobre todo proteínas y evitar en medida de lo posible ingerir alimentos con mucha azúcar o grasa. ¿Difícil no?.