¿Cuántos podemos entablar una conversación en inglés?, ¿cuántas veces un extranjero que habla inglés nos ha preguntado cómo llegar a algún lugar?, ¿cuántas de esas veces hemos respondido «ahm», «este», «¿qué»?».
Bueno, este día fui a comprarme un té chai, mi bebida favorita, a una sucursal de Juan Valdez sobre avenida Juárez, en el centro de la ciudad de México.
Detrás de mí había dos chicos japoneses, lo sé porque sus mochilas decían «Japan». Y pidieron dos lattes, pero no hablaban nada de español.
La barista del citado local se puso roja, pues claramente no entendía qué era «small size», «no sugar».
No quedó otra más que hacer señales, usar los vasos para que escogieran el tamaño. El otro barista se hacía que la virgen le hablaba, pues no hizo lo posible por ayudar a su compañera.
Total que ya tenían el tamaño de la bebida; faltaba el tipo de leche, a lo que las japonesas dijeron «normal», pero aclararon más de una vez «no sugar», pero la chica se ponía más roja. Tuve que decirle, quieren un latte de leche entera pero sin azúcar. ¡Ah!, dijo la barista.
Me dieron mi chai y me hicieron la mañana.
Todos los que cursamos secundaria y prepa en algúna escuela pública debemos tener un nivel básico de inglés, que puede sacarnos del apuro en más de una ocasión.