Cuando salió Blim todos nos burlamos, sí, hasta los que no tienen Netflix y sólo televisión abierta, porque pues está padre subirse al tren ¿no?.
Total que digan lo que digan todos tenemos una tía, abuelos o hasta padres que claro que por supuesto que desde luego que aún ven telenovelas, o programas de Televisa, porque no tienen más opciones y cuando las tienen de todos modos los ven.
En fin, el punto es que yo tengo Izzi, porque tenía Cablevisión, y como dicen por ahí, no puedes opinar de algo que no has probado; pues intenté tener el primer mes de Blim para husmear en el catálogo.
¡Oh desilusión!, en automático lo cancelé, y es que para los que tenemos Izzi resultaba interesante que te lo cobraran en tu misma cuenta y por 99 pesos al mes.
Deja tú que esté lo que ya se puede ver en YouTube, la misma Televisa repite y repite sus contenidos en el Canal de las Estrellas, en canales de paga como Distrito Comedia, Comedy Central.
Una telenovela actual, la puedes ver también en Tvolución, o en alguno que otro sitio por ahí, entonces ¿cuál es el verdadero gancho para tener Blim?. No, no hay muchos.
Y suponiendo que algún fan de las telenovelas quiera contratarlo por eso, lo cual no tendría nada de malo; pues también queda mal parado, porque Blim no tiene muchas de las historias emblemáticas o exitosas. Ni Lazos de amor, ni María la del Barrio aparecen, mucho menos Cañaveral de Pasiones o La usurpadora.
Sus contenidos originales son de pena ajena, anuncian una serie llamada «40 y 20» con «El Burro» Van Rankin y Mónica Huarte, ella simpática pero con mucho bótox y él, cero buen actor.
Y El Hotel de los Secretos ha recibido malas críticas al compararla con El Grand Hotel, la versión española.