4:30 am. Guadalupe se levanta, prende el boiler para que se bañe su esposo. Tiene sueño, pero ya no se acuesta.
5:00 am. Va y despierta a su marido para que se bañe.
5:20 am. Ya tiene listo el desayuno de su esposo: huevos a la mexicana, café y pan. Ella no desayuna.
5:45 am. Va a despertar a Luisa, su hija de 14 años, quien va a la secundaria.
6:00 am. Pone la comida de su marido, lo va a despedir a la puerta.
6:10 am. Prepara el desayuno de su hija y el refrigerio.
6:30 am. Sube a despertar a su otro hijo de 11 años, que va a la primaria.
6:40 am. Sale con su hija Luisa. La lleva a la secundaria, que queda a unos 15 minutos caminando de su casa.
7: 10 am. Regresa a su casa. Su otro hijo está cambiándose y poniéndose el uniforme.
7:20 am. Vuelve a preparar el desayuno para su hijo.
7:30 am. Su otro hijo, de 3 años, se despierta. Pide comida.
7:35 am. Le sirve cereal al niño.
7:40 am. Alista el lunch de su hijo y se apresuran a salir para la escuela.
8:00 am. Regresa a su casa. Su hijo pequeño no se terminó el cereal. Guadalupe se come lo que dejó en el plato. Se toma una taza de café y medio pellizca una concha.
8:10 am. Se pone a tender todas las camas. Recoge la ropa para dormir. Ordena los zapatos. Cambia sábanas, acomoda los peluches de su hija. Los cómics de su hijo.
8:50 am. Escoge la ropa sucia y la saca al lavadero. Comienza a lavar. Enciende un viejo radio y escucha música.
9:30 am. Mientras sigue lavando. Saca la carne del regriferador, la lava y la pone a cocer. Hará mole de olla.
10:00 am. Sube a tender la primera tanda de ropa, su lavadora se descompuso, así que toca lavar a mano.
10:30 am. Su hijo pequeño le pide fruta. Le pica una manzana.
11:00 am. Se acuerda de Peluche, su perro, le prepara su plato de comida. Regresa a lavar.
11:30 am. Barre y trapea.
11:50 am. Se apresura a bañarse y alistarse para ir por l@s niñ@s.
12:20 pm. Limpia la popó y la orina de su perro.
12:30 pm. Sale de la mano con su hijo a la escuela. Primero va por su hijo Andrés.
12:50 pm. Sale su hijo, pasa rápido al mercado a encargar carne, para la comida de mañana.
1:15 pm. Su hija Luisa sale de la secundaria. Pasan al mercado por lo que falta.
1:40 pm. Llegan, se apresura a calentarles de comer a sus hij@s.
1:50 pm. Antes de irse al trabajo, sube a bajar la ropa que ya se secó y tiende otra tanda más.
2:00 pm. Se va a su trabajo. Es recepcionista en un consultorio a la vuelta de su casa. Trabaja hasta las 6 pm.
6:10 pm. Llega a su casa. Ya pasó por el pan. Se pone a hacer la comida, su esposo llega a las 7 pm.
6:30 pm. Le da a comer a Peluche.
6:45 pm. Vuelve a limpiarle a su mascota.
6:50 pm. Sube por la ropa que lavó.
7:00 pm. Su marido llega, se deja caer en el sillón, pregunta por la comida.
7:15 pm. Tod@s comen.
8:00 pm. Recoge los platos, los lleva al fregadero, se pone a lavarlos.
8:15 pm. Limpia la mesa, su estufa. Saca unas camisas y pantalones y mientras su esposo ve la televisión, Guadalupe plancha.
9:00 pm. Revisa la tarea de sus hij@s.
9:30 pm. Sus hij@s se acuestan. Ella prepara café para su esposo.
9:45 pm. Vuelve a lavar los trastes que ocupó.
10:00 pm. Sigue planchando. Prepara los uniformes de l@s niñ@s.
10:40 pm. Se cerciora que todo esté recogido, limpio. Cierra puertas, apaga las luces.
11:40 pm. Luego de platicar un rato con su esposo, se dispone a dormir.
12:15. Se queda dormida.
4:30 am. Suena el despertador…
Trabajo no remunerado
El 30 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Trabajadora del Hogar, en México casi el 80 por ciento de las mujeres realizan la llamada «doble jornada», que en realidad, es una jornada interminable como lo vimos con Guadalupe.
A diferencia de los hombres, las mujeres que trabajan fuera de su casa regresan a ésta a seguir trabajando, con la pequeña gran diferencia que las labores domésticas que realizan en sus casas no son reconocidas ni remuneradas económicamente.
De acuerdo con cifras del Inegi, las mujeres dedican 8 horas a tareas domésticas y de cuidado no remuneradas, mientras que los hombres sólo invierten 2.
El por qué de esta situación se debe a la división sexual del trabajo, donde las labores o quehaceres domésticos son encargados específicamente a las mujeres, por su condición de mujer, por ello, el 76.7% de las mujeres dedica su tiempo para este tipo de actividades no remuneradas.
Las mujeres, como vimos con Guadalupe, son cocineras, lavanderas, planchadoras, afanadoras, maestras, doctoras, entre otros oficios lo que da como resultado que trabajen 18% más que los hombres a la semana, es decir, por cada 10 horas de trabajo, las mujeres dedican 3.28 horas al trabajo remunerado y 6.4 horas a tareas domésticas o de cuidado donde no les pagan. Los hombres, en cambio, por cada 10 horas de trabajo, destinan 2.4 horas a trabajos domésticos y de cuidados, y 7.2 horas al trabajo remunerado.
¿Ven la abismal diferencia?
VER: Period. End of sentence, el tabú de la menstruación
VER: Yo aborté… y no me arrepiento