El sismo del 19 de julio me tocó en la oficina, es el segundo después del 19 de septiembre de 2017 que estoy aquí.
Estaba trabajando, pues entro temprano al periódico, pasaban de las 8:30 horas cuando sonó la alarma sísmica.
Lo primero que hice fue tomar el celular y salir de la oficina.
El protocolo indica que debemos irnos hacia las columnas y no bajar las escaleras.
Sí, eso es muy difícil, por sentido común queremos correr y salir, ver la luz.
Mucho tuvo que ver el sismo del 19 de septiembre de 2017, el cual por la intensidad fue caótico.
Se cayeron muebles, archiveros, compañeros se alteraron mucho, hubo crisis nerviosas.
Habíamos pocas personas en el cuarto piso, 5 para ser exactos.
Al poco tiempo comenzó a sentirse el movimiento, era leve pero muy perceptible.
La sensación de un sismo siempre es larga, uno siente que dura mucho y que no se acaba.
Después de eso bajamos las escaleras, también lo dicta el protocolo, pues deben revisar el edificio.
Al paso de 10 minutos regresamos a la oficina y me quedé con esa sensación que ya me dejan los sismos…miedo.
Hay un antes y un después del 19 de septiembre, la alerta sísmica no generaba el miedo que ahora sí.
Otro 19 ocurrió un sismo, claro que han pasado otros después de septiembre, pero hoy casualmente coincidió el día.
Sismo del 19 de julio en datos
El movimiento fue de 5.9 grados. El epicentro fue a 9 kilómetros al noroeste de Huajuapan de León, Oaxaca.
No se reportaron heridos, indicó en su momento el Servicio Sismológico Nacional.