Hablar de la secundaria es sentir nostalgia, de la buena, una de las mejores temporadas de mi vida, donde pasaron una gran cantidad de cosas que ahora, a la distancia, son clásicas, y obvio, irrepetibles.
¿Cómo resumir todas esas cosas que sólo se viven en la secu?, porque aunque todos hayamos tenido distintas experiencias, siempre hay situaciones que se comparten, que tienen que ver mucho con la edad 11-15 años.
Como no quiero hacer esto muy largo, pues les contaré un poco de las cosas que seguro, muchos vivieron en la secu, como yo.
Antes debo decir que estudié en la honorable Secundaria Diurna 301, en Aragón, de 1997 al 2000.
Los apodos
Vaya que es una etapa donde el bullying estaba a todo lo que daba, obvio, sin llegar a lo que es ahora, pero cómo olvidar «El cejas», «Juanito», «El meme», «El rayo», «Las GFR», «El chumín», «La chistín», «El ñoño».
Los profes
Había de todo, la de inglés a quien le decían «La chicher» (no tengo que decir porqué); Arturo, el prefecto guapo con quien todas querían; «La pelona», una maestra que daba Introducción a la Física y a la Química; «La murmullos», que era la de Historia; La de Mate (mi favorita por mucho) y cómo olvidar con respeto a Ruth Campuzano, sí, la hermana de Carmen Campuzano, quien fue mi asesora en tercer año y que ya falleció.
Las clases
Yo era un ñoño, no fui el mejor de mi generación, pero creo que por ahí le estaba llegando; tan bueno en Español como en Mate; odiaba mi taller de carpintería, pero mil veces mejor que Electrónica o Artes Plásticas.
Las amistades
¿Cómo olvidar a los amigos?, tuve la suerte o tengo mejor dicho, de contar aún con algunas de esas amistades, de poder tener contacto con varios de mis compañeros y que después de 15 años muchos han hecho cosas buenas de sus vidas.
Los personajes y las anécdotas
Esto parecerá mucho ventaneo, pero es que en mis tres años de secu hubo embarazos, expulsados por conductas muy inapropiadas. Chavas que se emborrachaban con «viñas» y «caribes». Cómo se extrañan los días del estudiante, cuando al escuchar «Hoooooy te vas, pero sé que volverás…» todos nos volvíamos locos y brincábamos, perdón, bailábamos.
Las decisiones
En la secu llega por primera vez la decisión de ¿qué vas a estudiar?, en esa etapa decidí que quería Comunicación y la mantuve. Como dato curioso también en la etapa de secundaria llegó mi gusto por el teatro, que pude desarrollar en etapas posteriores.
Las excursiones
Eran la onda, no recuerdo que fueran tantas, la mejor me parece fue la de Amecameca y los árboles de Navidad.