El futbol es el deporte más visto y practicado en todo el mundo.
Me atrevería a decir que no hay un lugar en el Planeta donde la gente no conozca qué es el futbol y, aunque el beisbol es considerado el rey de los deportes, el futbol es el deporte que paraliza a las naciones cuando se trata de alguna justa importante, como un mundial.
Sin embargo, el futbol es el deporte predilecto de los hombres.
Los padres añoran que los hijos crezcan para inscribirlos en equipos de futbol, son hombres. A los hombres les gusta el futbol.
Yo recuerdo que desde siempre en Día de Reyes me traían un balón de futbol. Jamás pedí muñecas. Nunca. Siempre pedí un balón.
Mi padre me enseñó a jugar y lo recuerdo dándome instrucciones para patear el balón.
Recuerdo abanicarlo y caerme en el lodo, recuerdo las risas de mis hermanos. Recuerdo mis lágrimas de vergüenza y de coraje, pero recuerdo que mi padre me gritó: «levántate y patea el balón» y, bueno, lo hice.
Pero no todas las mujeres tienen esta «suerte» de que el papá las aliente a jugar.
El futbol hasta hace 40 años. Sí, hablamos de finales de los 70 y 80s estaba prohibido para las mujeres en la gran mayoría de los países. ¿La razón? Los «doctores» alegaban que causaba infertilidad.
¡Cómo lo ven!
Afortunadamente, esa idea ha cambiado y poco a poco las mujeres han ido abriendo paso a quienes vienen detrás para escribir una historia en el futbol femenil.
Martha y Megan, son, desde mi punto de vista las mejores futbolistas que he visto. Ellas son ejemplo de subversión, de rebeldía, de conseguir su sueño a costa de todo, incluso de un Presidente.
Hoy platicaremos de estas dos joyas del futbol femenil, que sin duda son referente para esas niñas que gustan de este deporte.
Megan Rapinoe
Aunque nació en julio, cada 10 de septiembre en Redding, California, en Estados Unidos, se celebra el día de Megan Rapinoe.
La conmemoración se dio luego de que ganara con la selección de Estados Unidos, la Copa Mundial Femenina de la FIFA, en 2011.
Megan, como muchas mujeres deportistas siempre soñó con ser una gran futbolista, pero se enfrentó a todo mundo para conseguirlo, en primer lugar porque los deportes eran para hombres, en especial el futbol.
Con 34 años, Megan junto con Marta es una de las referentes femeninas de las niñas que aspiran a ser futbolistas.
Megan ha militado en diferentes clubes de futbol de renombre a nivel mundial, entre ellos el Chicago Red Stars y el Sidney Women’s Football Club. Actualmente juega en el Seattle Reign Football Club de la National Women’s Soccer League.
Megan fue clave para que la selección de Estados Unidos ganara la Copa Mundial Femenina de Futbol de 2015 y 2019, así como los Juegos Olímpicos de 2012.
Bajo su batuta, también ganaron la medalla de plata en la Copa Mundial Femenina de Futbol de 2011 y, en este mundial, celebrado en Francia, se coronaron nuevamente como campeonas del mundo.
En el partido de la final, Megan abrió el marcador al cobrar un penal que, a la postre, llevaría al país de las barras y las estrellas a la cúspide.
En este mundial, Megan fue reconocida con el Balón de Oro y la Bota de Oro, máximos galardones que otorga la FIFA a una futbolista en un mundial.
Además, Megan se ha destacado como una activista a favor de la comunidad LGBTTTI+, pues es abiertamente lesbiana.
Ella y su novia, Sue Bird, quien es jugadora de basquetbol, fueron la portada de las revistas Sports Illustrated y ESPN’s Body Issue, lo que las convirtió en la primera pareja homosexual en aparecer en la tapa de estas revistas.
Por supuesto que no puede hablarse de Megan Rapinoe sin comentar lo que sucedió cuando la futbolista dijo que de ganar el mundial no iría a la “puta Casa Blanca”, esto en claro rechazo a la administración de Donald Trump, quien siempre ha dicho que está en contra de la comunidad gay.
Cómo sabemos, el Presidente de Estados Unidos le respondió que hablara cuando ganara el mundial y, bueno… el final de esta historia ya lo conocemos.
Marta Viera da Silva
Alagoas, Brasil es muy conocida por sus playas verdeazuladas, quienes las conocen aseguran que antes había muchísima más vegetación de la que ahora se puede ver en sus costas, pero ello no le quita sus paradisiacas vistas.
Sin embrago, Alagoas no sólo es conocida por sus hermosas playas, sino porque hace 33 años nació su hija pródiga: Marta Viera da Silva, la mejor futbolista del mundo.
Marta, como se le conoce, de escasos 1.63 de altura siempre supo que el futbol sería su vida entera. En su niñez no había juegos de té ni muñecas Barbie con decenas de vestiditos para cambiarlas, tampoco historias de príncipes azules que la rescatarían en un corcel blanco.
No, en los sueños de Marta sólo había un sólo objetivo: el futbol.
Marta creció sabiendo que el futbol sería su destino, sin embargo ella no sólo se enfrentó a lo que tantos niños futbolistas desean: ser fichados por un club, sino además, al hecho de ser mujer. El género.
En la infancia de Marta pululan los recuerdos de una niña que destacaba más que cualquier niño, en el barrio no querían que ella jugara en las cascaritas porque terminaba driblando a todos.
Sus propios hermanos tenían que encerrarla para que no se saliera a jugar con el balón. Su familia no aceptaba que a su hija le gustara un deporte “para hombres”.
Pero Marta no dejó que eso le quitara el sueño de ser futbolista. Soportó burlas, humillaciones, que la gente hablara detrás de su espalda y dijera que era “marimacho”, “anormal”. Nada detuvo a Marta.
La única persona que creyó en ella fue su hermana Ángela, quien en todo momento la apoyó.
Cuando tenía 14 años le hablaron de que el Vasco da Gama, unos de los pocos clubes en el mundo que tenían equipo de futbol femenil haría una visoria de nuevos talentos.
Marta se apresuró a ir a Río de Janeiro y aunque tardó tres días para llegar se presentó en las instalaciones del equipo. Cuando fue su turno, Marta convenció a los reclutadores.
Jugó con ese equipo sólo unos meses, ya que después desaparecieron el equipo femenil, sin embargo Marta no se derrumbó y buscó seguir su camino en el Santa Cruz, pero fue hasta que llegó al club sueco, Umea, donde realmente comenzó la leyenda.
De su mano, la selección brasileña consiguió la medalla de oro en los Juegos Panamericanos en 2003 y de 2007 y la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
La FIFA la ha elegido seis veces como la mejor futbolista del mundo. Es la máxima goleadora de la selección de Brasil en los mundiales, incluso, de la varonil, superando al legendario Pelé.
En el recién mundial femenil en Francia, donde Brasil quedó eliminado en la última fase, Marta dio unas declaraciones que le dieron vuelta al mundo, dijo: «La gente pide más, así que tienen que estar listas para jugar más de 90 minutos, por eso les digo a las niñas Formiga (otra gran futbolista brasileña) no la van a tener siempre, Marta no estará siempre. El futbol femenil depende de ustedes para sobrevivir, entonces piensen en eso y valoren. Lloren al inicio para que sonrían al final».
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