Este 19 de septiembre se llevó a cabo el simulacro en la CDMX. Asimismo se cumplen 32 años del sismo de 1985, uno de los más fuertes en México.
Lo bueno del simulacro es que hay un protocolo establecido para ello, además de la alarma sísmica y una mejor educación en este sentido.
Lo malo es que no todos lo toman en serio, en mi lugar de trabajo varios se salieron antes de que sonara la alarma, por la flojera que les da.
Unos más aprovecharon para ir a dar una vuelta o comprar algo para el desayuno.
Y parte del problema, al menos, insisto, en mi lugar de trabajo, es que no se nos dijo por ejemplo nada acerca de zonas seguras, asumimos que tenemos que bajar aunque estamos en un cuarto piso.
Las puertas se abren con credencial, no hay forma de dejarla abierta, vaya, en un sismo real de magnitud alta esto no sucedería.
¿A ustedes cómo les fue?