¿Por qué me gusta el horario de verano?, principalmente porque siento que dura más el día y menos la noche. Que sean las 19:00 horas y que aún «haya luz» me gusta, siento que aún puedo hacer muchas cosas, aunque esté en casa.
Lo que no me gusta es el día del cambio, es decir, este 2016 será el 3 de abril. Debo tener un sábado relajado para que no me afecte esa «hora que me roban».
El único detalle es que al ser el día más largo, cuando salgo de casa al trabajo aún «está oscuro», pero pues me adapto.
«No sirve», «no se ahorra luz», «igual prendo los focos», «en las mañanas está oscuro y hay que encender la luz» son algunas de las frases más escuchadas, pese a que el horario de verano existe desde 1996, es decir, ya cumple 20 años, suficiente para haberse acostumbrado.
LOS DETALLES
*Se ADELANTA una hora el reloj, se recomienda hacerlo antes de dormir. Los celulares suelen cambiarse automáticamente.
*El cambio no se aplica en Sonora y Quintana Roo.
*Inicia el primer domingo de abril y concluye el último domingo de octubre, en este periodo se registra una mayor insolación en el país.
*La aplicación del Horario de Verano en el 2015 generó un ahorro en consumo de mil 46.47 gigawatts hora (GWh), equivalente al consumo de 9.18 millones de lámparas fluorescentes compactas autobalastradas encendidas durante un año las 24 horas del día.
TIPS PARA ADAPTARSE
*Los primeros días son los más difíciles, se recomienda dormir media hora antes y despertarse media hora antes de lo habitual días previos al cambio, o sea, en este caso viernes y el sábado.
*Es normal estar somnoliento, con cansancio, tener dolor de cabeza y estar irritables. PACIENCIA.
*La luz es señal de cuándo es hora de dormir y cuándo despertar, aparte claro de la rutina de las personas.
*Piensen que el cuerpo se adapta rápidamente, en una semana ya no se acordarán del cambio de horario.