Bajar de peso es uno de los propósitos de Año Nuevo, todos los años, siempre.
No importa cuándo lo leas, seguro este año lo tendrás, y el que viene y así, sucesivamente.
Bajar de peso es uno de los retos más complicados, pero conforme más grandes somos, más difícil es.
La figura, si somos delgados o gordos es algo banal en realidad, pero que nos importa mucho.
Ojo, importar no está bien dicho, porque si realmente nos importara comeríamos mejor.
Sin embargo, decimos que nos importa como sinónimo de nos afecta.
Estoy en la lista de quienes les gusta comer de casi todo.
Amo los tacos, los antojitos en general, claro que me gustan las hamburguesas y demás.
Sé porque ya lo experimenté, que comer sano es mejor que matarte en un gimnasio.
Combinar comida con ejercicio es la relación perfecta.
Pero es más fácil bajar de peso comiendo bien, que estando horas en una caminadora.
Noten por ejemplo a sus amigos que corren y corren y no, no están delgados.
Es cierto que estar de vientre plano no siempre es salud, pero en muchos casos sí.
Con el paso de los años a muchos nos pega la rutina del trabajo, a menos que seas entrenador o des clases en un gimnasio.
La vida Godínez implica un horario no muy abierto, comer a ciertas horas y no siempre de buena manera.
La oferta gastronómica en las fondas siempre es sopa de pasta o arroz; un guisado que lo mismo es empanizado que frito.
No siempre hay vegetales incluidos y eso va sumando a las calorías.
Si estamos sentados muchas horas tampoco ayuda en nada, es ahí donde comer bien y hacer ejercicio es mucho mejor.
En mi caso tengo que ir con una nutrióloga para mantenerme en media forma.
Sé que me puedo dar mis gustitos, pero no todo el tiempo, sólo de vez en cuando.
Bajar de peso después de los 30
Tengo 32, y sí, conforme avanza el tiempo me cuesta más trabajo.
Pero ojo, tiene que ver más con los hábitos que con los cambios normales en el cuerpo.
Después de los 30 años se pierden hasta 5 por ciento de masa corporal.
Cuando lleguemos a los 40 años quemaremos 200 calorías menos que a los 30.
Sin embargo, todo esto tiene que ver con cómo enfrentamos la edad.
Salvo algunos, la mayoría no hace ejercicio por salud, sino por vanidad.
No se come sanamente con conciencia, todo eso acumula grasa.
Lo mejor es ir con un nutriólogo o especialista, que te enseñe a comer bien, de acuerdo a tus posibilidades.
No matarte en un gimnasio sin un verdadero coach o entrenador.
No sufrir, porque afecta también tu estado anímico y en lugar de bajar, subes.
Más de Mi vida a los 30’s.