Enrique fue el tercer eliminado de MasterChef México, tras demostrar que llegó ahí por mera suerte y no por un talento para la cocina.
Este concursante que se salvó de ser el segundo eliminado por estar en el equipo ganador, en el tercer programa no logró cocinar nada relevante.
Enrique carece de estética, de sazón, de conocimiento culinario y no pudo ni siquiera trabajar en equipo.
No fue un reto de eliminación reñido, pues desde la primera etapa del reto no logró trabajar con Daniel haciendo tamales.
Al final, sus chiles en nogada no tenían sal, tampoco buena pinta y salió, sin que nadie sufriera por su ausencia.