¿Cuántas compras inútiles he hecho en mi vida?, muchas, la más épica fue unas cremas para la cara, un kit para las uñas y unos exfoliantes por 2900 pesos en una plaza comercial.
Me acabé la de la cara, la de las uñas la usé dos veces y de los exfoliantes me acabé uno nadamás.
Con esto de El Buen Fin he aprendido a controlar el impulso, porque no hace mucho compraba hasta lo que no, sólo porque me gustaba comprar algo.
Nunca he sido de «ir a ver» a las tiendas, prefiero no ir, de hecho soy pésimo acompañante para compras.
Leí por ahí que gastar o comprar nos causa felicidad, debe ser por eso que muchas personas cuando se sienten deprimidas compran, lo malo es que dura unos segundos ese momento.
Eso explica que cuando ganas más gasta más.
Lo malo, como en mi caso, es que llega un punto donde las deudas nos acaban, y lo que nos cuesta ganar dinero.
Las tarjetas de crédito son del diablo, así que lo mejor si acaso es tener una que te saque de apuros o que la uses adecuadamente.