Rebekah de MasterChef Junior México destacó en el programa desde el inicio por su personalidad, la cual no gustó a la mayoría de los participantes.
Maquillada, con collares y su inseparables bolsa, se asumió como una niña con estilo y ganas de verse bien.
Sin embargo, a sus compañeros no parecía caerles muy bien, independientemente de su talento para cocinar.
En repetidas ocasiones varios de los niños participantes la nombraban cuando se les preguntaba quién querían que saliera.
Rebekah estuvo a punto de salir en Londres, Inglaterra, en el último reto contra Nicole, pero salió airosa y eso la hizo aún más pesada, pues se asumía como favorita, como buena cocinera.
Era un tanto «panchera» cuando algo no le salía, de hecho, en el reto de las abuelitas armó un drama por su platillo, en el cual recibió ayuda de la Madre Flor, con lo cual fue la mejor.