Nicolás Alvarado se disculpó, no por lo que dijo sobre Juan Gabriel, ni por cómo lo expresó, pero sí porque «no estaba el horno para bollos».
O sea, que no era el momento para que la gente leyera su punto de vista, sobre todo por lo que dijo de las lentejuelas, las cuales llamó «nacas», «jotas» y se dijo clasista.
Con Ciro Gómez Leyva señaló que su columna era un texto cargado de humor, pero que no era momento de publicar el texto.
Sobre su renuncia a TV UNAM dijo que fue porque el tema y ataques en redes sociales afectaron a la institución, pero aclaró que el texto no fue ni homófobo ni discriminatorio.